Una vez más tenemos la satisfacción y el privilegio de colocar en el mapa jazzístico español a la ciudad de Soria, puesto que grandes músicos internacionales nos honran queriendo incluir en sus giras un concierto en “
el Avalon”, organizado por ‘
En ViBop’. En su gira española estos músicos neoyorkinos recalan en algunos de los clubs más emblemáticos del jazz nacional como la Jazz Cava de Terrasa, el Jamboree de Barcelona, Clamores de Madrid o el Jimmy Glass Jazz Bar de Valencia. Paralelamente van a impartir
masterclases en el Taller de Musics de Barcelona, en la Asociación Sedajazz de Valencia o en la AIE (Sociedad de gestión de Artistas, Intérpretes y ejecutantes) de Madrid.
Se trata por tanto de profesionales de gran solvencia que se atreven a tocar en trío, sí, pero sin instrumentos polifónicos como piano o guitarra, lo que exige notable talento y capacidad expresiva y creadora del solista y unos acompañantes harto sutiles que trasciendan con creces la mera labor de una sección rítmica sin más. Saxofón, contrabajo y batería. Algo con lo que se atrevió
Sonny Rollins en su disco
Way Out West, en 1957, claro que con
Ray Brown al contrabajo y el finísimo
Shelly Manne a la batería. En España en 2005, cuando nuestro jazz ya contaba con un importante elenco de músicos locales de talento fue
Jorge Pardo quien formo un trío de estas características, llamado DD3. Ya en 2007 nuestros amigos
Colina,
Miralta y
Sambeat grabaron un disco con esta exigente formación de trío. Pero es en ese riesgo de navegar sin demasiados apoyos donde los solistas pueden expresarse hasta alcanzar sus mejores piruetas estilísticas, sin red. La jugada exige igualmente oyentes inquietos y atentos. Es decir, que quieren ir más allá de la trivialidad en que se encuentra parte de nuestra “cultura”, más o menos oficial, según ha publicado en un reciente ensayo
Vargas Llosa, "
La civilización del espectáculo", una dura radiografía de la actualidad en la que critica la banalización de la cultura y la política, y que ha sido objeto de mucha polémica.
Honey Ear Trío nos muestras lo que se cuece en las catacumbas del jazz de la ciudad de los rascacielos. Pero dada su experiencia en múltiples géneros musicales, su propuesta,
Steampunk Serenade, va mucho más allá que eso, ofreciendo un resultado muy versátil, que recoge influencias de lo más variado. Todas las composiciones son propias salvo sendas versiones de
Over The Rainbow (El Mago de Oz) y de
Six Nettes de
Lisa Parrott.
Hay temas potentes como
Luminesque o
Beautiful Nightmare, abstractos como
Collide-O-Scope, ensoñadores como
Window Seat Nostalgia o de un corte más cercano al rock como el que da título al disco. También aparecen influencias del blues en
High Water, del
hard-bop en
Six Nettes o de carácter casi tradicional en
Eyjafjallajokull (Icelandic Volcano Hymn), donde podemos sentir las misteriosas brumas de Islandia, en un sonido que recuerda al noruego
Jan Garbarek. Otras veces el aire es latino, del Sur, como en
Whistle Stop, derivando a delirios cuya puerta abrió
John Coltrane y que en el sonido de
Gato Barbieri supieron inmortalizar el drama de
El Último Tango en París. Una amplia variedad que es posible por el talento de grandes músicos y que aparece en todo momento apoyada en unas buenas composiciones y adornadas por el uso discreto pero efectivo de la electrónica como complemento. En resumen, un recorrido de jazz contemporáneo por diversos estilos cuyo resultado es Cultura Jazzística con mayúsculas que
‘En ViBop’ está muy orgulloso de traer a la ciudad.